Se me ocurren pocas carreras más prolíficas en todos los sentidos posibles dentro del skate que la de Jamie Thomas. Patinador excelso, filmer, empresario y responsable en buena medida de la proliferación de toda la estética "hessian" hacia finales de los 90, hablar de Jamie Thomas es hablar de dedicación al skate.
Su parte de "Welcome to Hell" (1996) probablemente necesite un par de décadas más para envejecer.
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